El icaco es mucho más que un simple fruto. Este árbol, que puede crecer hasta 15 metros de altura, cumple múltiples funciones en el ecosistema costero. Sus raíces fuertes y extensas ayudan a estabilizar las dunas y prevenir la erosión, protegiendo nuestras playas de la fuerza del mar. Sus hojas, de forma ovalada y color verde brillante, nos brindan sombra y frescura en los días calurosos. Y por supuesto, sus frutos son un manjar que podemos disfrutar de diversas formas.
El icaco es un fruto nutritivo y beneficioso para la salud. Es rico en antioxidantes, que combaten los radicales libres y previenen el envejecimiento celular. También contiene fibra, que favorece la digestión y ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre. Además, el icaco es fuente de vitamina C, que fortalece el sistema inmunológico, y de minerales como el potasio, que es importante para la salud del corazón.
"En las costas de María Chiquita, un árbol resistente y adaptable nos regala un fruto delicioso y versátil: el icaco (Chrysobalanus icaco). Este árbol, que crece en las orillas del mar, nos ofrece unos frutos pequeños y redondos, de piel lisa y brillante, que varían en color desde el blanco verdoso hasta el rojo intenso. Su sabor, dulce y ligeramente ácido, nos recuerda la brisa marina y el sol radiante."
El Autor
Este fruto, que crece en racimos, es comestible cuando está maduro. Su sabor dulce y ligeramente ácido lo convierte en un ingrediente versátil en la cocina local. Se puede consumir fresco, en jugos, mermeladas, dulces y postres. En algunas comunidades, se utilizan las hojas y la corteza del icaco para preparar infusiones medicinales, aunque es importante destacar que estos usos tradicionales no han sido científicamente comprobados y no deben sustituir la atención médica profesional. El icaco es un tesoro natural que nos brinda la costa de María Chiquita. Su presencia es un recordatorio de la riqueza y diversidad de la flora costera, un tesoro que debemos proteger