Incluyen varios grupos de animales, como las langostas, los camarones, los cangrejos, los langostinos y los percebes. Los crustáceos son fundamentalmente acuáticos y habitan en todas las profundidades y en distintos medios, como el mar, el agua salobre y el agua dulce. Unos pocos han colonizado el medio terrestre, como la cochinilla de la humedad (isópodos). Los crustáceos son uno de los grupos zoológicos con mayor éxito biológico, tanto por el número de especies vivientes como por la diversidad de hábitats que colonizan; dominan los mares, como los insectos dominan la tierra. Como casi todos los artrópodos, los crustáceos se caracterizan por poseer un exoesqueleto articulado. Éste está formado principalmente de quitina, una proteína. Las especies de crustáceos tienen en común que su cuerpo está recubierto por un caparazón que lo protege y que se modifica a medida que el animal crece y se desarrolla.
Se caracterizan por tener un exoesqueleto duro que les protege, un cuerpo segmentado y múltiples apéndices articulados que utilizan para nadar, caminar, alimentarse y respirar. La mayoría de los crustáceos tienen dos pares de antenas, lo que los diferencia de otros artrópodos como los insectos, que solo tienen un par. Su alimentación es variada: algunos son herbívoros, otros carnívoros, omnívoros o detritívoros. Desempeñan un papel fundamental en las cadenas tróficas acuáticas, ya que sirven de alimento a peces, aves y otros animales. Los crustáceos son importantes tanto ecológica como económicamente. Muchas especies son de gran valor para la pesca y la acuicultura, mientras que otras juegan un papel crucial en el mantenimiento de la salud de los ecosistemas acuáticos.
Los crustáceos (Crustacea; del latín crusta, ‘costra’ y aceum, ‘relación o naturaleza de algo’) son un extenso subfilo de artrópodos, con más de 67.000 especies (sin duda, faltan por descubrir hasta cinco o diez veces este número).
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La esperanza de vida de los crustáceos es muy variable y depende de la especie. Algunos crustáceos, como los copépodos, viven solo unos pocos meses, mientras que otros, como las langostas americanas, pueden vivir más de 100 años. Camarones: La mayoría de las especies de camarones viven entre 1 y 2 años. Cangrejos: La esperanza de vida de los cangrejos varía mucho según la especie. Algunos cangrejos pequeños pueden vivir solo unos meses, mientras que otros, como el cangrejo real de Alaska, pueden vivir hasta 20 años. Langostas: Las langostas son conocidas por su longevidad. La langosta americana, por ejemplo, puede vivir más de 100 años. Percebes: Los percebes tienen una esperanza de vida de 5 a 10 años. Copépodos: Estos pequeños crustáceos planctónicos suelen vivir solo unos pocos meses. La esperanza de vida de un crustáceo está influenciada por factores como su tamaño, su hábitat, su dieta y la presencia de depredadores. En general, los crustáceos más grandes y aquellos que viven en aguas más frías tienden a vivir más tiempo.
